El verano cambia los hábitos de alimentación de los consumidores. El calor y las vacaciones hacen que modifiquemos nuestros patrones de comida y busquemos nuevas alternativas de calidad que nos faciliten disfrutar al máximo del tiempo libre, sin tener que preocuparse de cocinar.
Desde los más tradicionales como la tortilla de patatas -con un crecimiento del 17% en el último año-, hasta los más internacionales como el sushi -con crecimientos de cerca del 15%-, pasando por aquellos más ligeros como los platos con base de verduras – incremento del 13%-, los platos preparados se han convertido en la opción ideal para la época estival.
“La cuarentena ha modificado nuestros hábitos, incrementándose el consumo en el hogar y, por tanto, la búsqueda de productos sabrosos, de calidad y fáciles de preparar que nos permitan disfrutar del mejor menú sin tener que pasar tiempo en la cocina. En ese sentido, los platos preparados se han posicionado como una solución perfecta, ya que apenas necesitan preparación y, al mismo tiempo, resultan deliciosos y nutritivos”, señala Álvaro Aguilar, secretario general de ASEFAPRE.
Asimismo, los productos envasados como los platos preparados están ocupando un lugar privilegiado en la cesta de la compra, ofreciendo las garantías de calidad y seguridad que, tras la crisis sanitaria, resultan de especial importancia para los consumidores.
En la actualidad, el consumo de platos preparados se sitúa en 15 kilogramos por persona al año, un 3,1% más que el año anterior. Su comodidad, versatilidad y la diversidad de propuestas innovadoras permite a los consumidores elegir productos de calidad que, además, les ayudan a mantener una dieta variada y equilibrada.