El calamar es el cefalópodo más consumido en España, y está ampliamente arraigado en la gastronomía nacional. Una de las formas de preparación preferidas por los consumidores es a la romana, que son calamares fritos rebozados en harina, muy típicos en algunos bares de las ciudades españolas; y es así como principalmente se encuentra en el mercado.
Congelado y rebozado a base de cereales, constituyen la textura crujiente, característica de los calamares a la romana.